jproldan

sábado, enero 28, 2006

La Historia del Rock (capítulo 1)



Los orígenes del rock´n´roll (1953-1961)

Puedes quemar mi casa
Robar mi coche
Beber mi licor de la vieja jarra
Hacer cualquier cosa que se te antoje
Pero uhhh, mi amigo, apártate de esos zapatos
No pises mis zapatos de gamuza azul.

(Blue Suede Shoes, Carl Perkins)

El rock and roll con sus guitarras eléctricas y su ritmo frenético ha sido por excelencia el movimiento de los jóvenes desde 1953. Con la aparición del "Rock Around The Clock" de Bill Haley y sus Cometas, comenzó a tomar forma este fenómeno que surgió de la mezcla entre el Rhythm & Blues (estilo urbano, clásico de los negros en Estados Unidos) y el Country Western (música por esencia de los blancos y proveniente del campo). La unión entre dos corrientes musicales tan disímiles a través de la música era todo un quebrantamiento a las reglas preestablecidas por la sociedad de los cincuenta. No hay que olvidar que por esos años en Estados Unidos los conflictos raciales continuaban muy latentes entre los norteamericanos.

Calificado de “demoníaco” y “hereje”, todavía quedan en el recuerdo las imágenes de Elvis Presley cantando “Hound Dog” grabado por la cámara de televisión de la cintura para arriba, censurando los movimientos que después harían famoso al cantante de Memphis.

En efecto, durante los años que surgió el rock´n´roll[1], desde 1953 hasta 1958, paralelo al movimiento Beatnik, al Maccarthysmo y a la guerra fría, este estilo fue considerado una verdadera rebelión musical y social, un duro golpe al interior de la sociedad americana que se ve “contaminada” con esta “música de negros”. Fue prohibida en varios Estados y muchos cantantes de color como Little Richard o Chuck Berry, se vieron obligados a “blanquear” sus rutinas para ser presentada ante públicos blancos[2].

Para recordar esta diferencia cabe evocar la declaración del secretario del North Alabama White Citizen Council, Asa Carter quien aseguraba que: “a través del Rock and Roll, el hombre blanco queda rebajado al nivel inferior del hombre negro. El Rock and Roll es parte integrante de un complot para socavar la moral de la juventud de nuestro país. Tiene carácter sexual inmoral, y es el mejor camino para fusionar ambas razas”. (Kaiser citado por Salas, 22)

Así, se ve como en el rock desde sus inicios existe una ambigüedad que no ha sido eliminada, pues es una música híbrida, avergonzada de sus raíces. No hay que olvidar que la música popular norteamericana es producto de una combinación de tradiciones blancas y negras. El folclore negro del continente americano tiene sus raíces en Africa, lo que se nota por ejemplo en cantos religiosos como el Gospel que se canta en las iglesias, siempre con un marcado patrón rítmico, ideal para expresar con gran emoción los sentimientos más profundos.

El rock ´n´ roll como conflicto racial, es el lugar de enfrentamiento entre dos culturas enemigas; ritmos y melodías negras, asfixiadas por el establishment blanco que marginaba a los artistas de color.

Como conflicto moral, el rock´n´roll se presenta como la plataforma reivindicativa de una juventud deseosa de afirmarse y fortalecerse frente al mundo adulto. Es así como los jóvenes de los cincuenta, lo sienten patrimonio exclusivo de su estilo de vida y de su generación.

Por una parte, el aumento en el poder adquisitivo, luego de la Segunda Guerra Mundial, les entregó la posibilidad de adquirir bebidas más fuertes, automóviles nuevos y más rápidos, discos de 45 revoluciones por minuto e ídolos de la talla de James Dean, Marlon Brando, Elvis Presley, Eddie Cochran y Gene Vincent, marcando el paso de un puritanismo sexual de la América de Eisenhower a la libertad de vestir la chaqueta de cuero negra y vibrar al son de “Whole Lotta Shakin` Goin On” de Jerry Lee Lewis. Como diría Phillipe Paraire, “la música rock de los grandes creadores de este período fue sólo el rasgo estético de una voluntad generalizada de cambio en la juventud. Trabajando duro, los supervivientes de la guerra dieron a sus hijos un poco de bienestar, objetos nuevos de consumo, pero también demasiada rigidez moral, demasiadas lecciones”. (Paraire, 76)

Se asume la formación de una subcultura en donde la vestimenta, la música y la velocidad se transformaron en una tendencia rupturista contra el orden ofrecido por el colegio, sumado a un extremado paternalismo de los mayores hacia los más jóvenes.

Acusado de desmembrar familias, convirtiendo a inocentes niños en blousons noirs, beatnicks y mods, los padres no comprendieron el suceso, que por vez primera se originaba para y desde los jóvenes. El rock divide, choca, perturba; es considerado peligroso porque se ha impuesto como el soporte privilegiado de las reivindicaciones de la juventud.

Es importante, eso sí, destacar que la temática del rock´n´roll no comenzó tanto como un canto de rebeldía social, como lo fue el Blues contra la explotación y la discriminación hacia los negros, sino que fue más bien una especie de reflejo de los hechos que rodeaban a la cultura juvenil como los encuentros amorosos y el baile en las fiestas.

“El Rock and Roll no es un arte políticamente comprometido, la subversión se da en sus aspectos extraliterarios, ya sea la misma música, la vestimenta o la ceremonia grupal; el mensaje, ya se ha dicho, aun en sus creadores más avanzados, no tiende a adoptar una postura crítica frente a la realidad, tampoco presenta programas existenciales a seguir, sólo rescata el aspecto aglutinador, la eclosión sociológica de una generación que por primera vez adopta, aunque vagamente, cánones y posturas propias, principiando lo que llegará a ser una verdadera transformación en el estilo de vida de la sociedad occidental de la segunda mitad del siglo XX”. (Salas, 25)

La televisión y los medios de comunicación también juegan un rol esencial multiplicando los shows, haciendo y destruyendo reputaciones a golpe de entrevistas y de escándalos controlados o creados enteramente. El rock´n´roll y sus artistas se ven sumergidos por un éxito que nadie puede prever.
La anterior sumisión a las reglas impuestas por la familia, el vecindario, el colegio y el Estado desemboca en un estado de alienación marcado por un quiebre en las relaciones sociales, familiares y de pareja.

“A través de la rebeldía, el baile, la velocidad, etc. Se busca romper el encajonamiento físico de la vida burguesa y a su vez convertir estas expresiones en una válvula de escape a la histeria y neurosis del modernismo. El rock and roll es una manifestación del anarquismo sensitivo que posee la música, es una invitación a llevar más allá de ella todo lo que sugiere y se transforma en un acto catártico, verdadero ritual o moderna ceremonia dionisíaca, donde el sexo, violencia, sensualidad, política, cuerpo, satanismo, comunión e incluso la religión se interrelacionan en una simbiosis que a fuerza de ser recalcada por los medios de comunicación de masas, pasará a ser un ritual cotidiano”. (Díaz Fuentes, 11)

Al respecto, José Manuel Valenzuela agrega que “el joven estudiante que desde los años treinta evidenciaba la viabilidad de la educación como recurso de movilidad social devino agente extranjerizante, sospechoso de ideas comunistas, amoral y sexualmente promiscuo”. (Valenzuela et al., 41)
[1] Alan Freed, fue el primer disc-jockey blanco en acuñar este concepto con múltiples significados basados en las expresiones usadas por los “bluesmen” para describir el acto sexual.
[2] El cantante Pat Boone se hizo famoso por interpretar “Tutti Frutti”, el hit de Little Richard y “Ain´t That A Shame” de Fats Domino pues ambos estaban vedados en algunas radios “para blancos”.