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jueves, febrero 02, 2006

La Historia del Rock (capítulo 2)


El folk y el rock inglés (1962-1966)

¿Cuántos caminos debe un hombre recorrer
antes de que tú puedas llamarlo un hombre?
¿Cuántos mares debe una gaviota navegar
antes de dormir en la arena?
¿Cuántas veces debe la bala de cañon volar
antes de que sea prohibida para siempre?
La respuesta, amigo mío, está soplando en el viento
La respuesta está soplando en el viento.

(Blowin´In The Wind, Bob Dylan)

A partir de los años sesenta, una especie de revolución cultural afectó a Occidente. Su vector natural fue el rock, el cual transportó al mundo entero los temas de la nueva cultura americana: liberación sexual, uso de drogas, pacifismo y antirracismo.

Fue la época del inconformismo, de las revoluciones culturales y morales. Mientras una guerra estancaba al Estado más potente del mundo en Vietnam, Europa lentamente –con los países escandinavos y Francia a la cabeza- proponía hábitos más liberados en un cine violento y estilísticamente nuevo que trastornaba la rutina de las costumbres de Hollywood. Se polarizaban los bloques orientales, la crisis de los misiles hacía temer un choque nuclear en plena Guerra Fría, el presidente norteamericano J. F. Kennedy fue asesinado en Dallas.

Aparejados a los cambios culturales y políticos, en el mundo se empezó a sentir una necesidad por definirse, tomar posición y defender las libertades individuales contra la represión moral, social y política que limita las distintas expresiones del ser humano.

“Desde la rebeldía y la angustia de los cincuenta a la actitud energética politizada y libertaria de los sesenta, vendrá un cambio que generará un individualismo autonomista-anarquizante en busca de una renovación interior por sobre la transformación económica y política de la sociedad. Es así que los sesenta se inician con una visión crítica hacia el problema mundial”. (Díaz Fuentes, 13)

En este contexto surge el poeta del rock Robert Zimmerman, más conocido como Bob Dylan, quien hace significativos aportes a este estilo musical incluyendo elementos de crítica social responsable y consciente, además de reeditar la figura del juglar que presencia su tiempo y lo refleja en su palabra.

Venid padres y madres
de toda la tierra
y no critiquéis
lo que no podéis comprender
vuestros hijos e hijas
están fuera de vuestro control
vuestro antiguo camino
está envejeciendo rápidamente
por favor salid del nuevo rumbo
si no podéis dar una mano
porque los tiempos están cambiando
[1].

Inglaterra comienza la denominada “Invasión Británica” con grupos como The Beatles, The Rolling Stones, The Who y Cream, quienes incorporan la innovación en sus letras y en sus acordes cargados de experimentación, como un regreso a la revolución que trajo el rock´n´roll de mediados de los cincuenta.

Destacado es el trabajo del denominado “cuarteto de Liverpool”, formado por John Lennon, Paul McCartney, George Harrison y Ringo Starr. De extracción proletaria, su música nace con una clara influencia del rock´n´roll de Elvis Presley y desata una fiebre que todavía continúa. Sus canciones si bien se encuentran lejos del lirismo de un Bob Dylan, son sencillas, directas, espontáneas y sin ambigüedades interpretativas.

Tal vez, el rasgo más característico de su primera etapa creativa es la falta de velos o tabúes para decir lo que se siente frente a la vida, el amor, la pareja. Sus mensajes tienden a lo espontáneo y a la excitación sensible.

Por esos años se hace más urgente la necesidad, a través del rock de derribar mitos, plantear una nueva forma de vida y poner en tela de juicio toda una serie de valores hasta entonces vigentes en el orbe. Se cuestionan directamente los grandes argumentos esgrimidos por las estructuras de poder para conservar su hegemonía: la Patria, la democracia, los valores judeo-cristianos, conceptos usados como estandarte de la sociedad occidental en oposición a un Este cuya imagen se ve satanizada a diario por los medios de difusión social y que también forman parte del poder hegemónico.

A partir de los años sesenta se aprecian algunos rasgos intimistas de la filosofía rock: el amor, la soledad, la vida cotidiana, detalles que serán revestidos de un nuevo lenguaje en aras de la liberación individual. También comienza el misticismo alucinógeno de Timothy Leary[2], las disquisiciones filosóficas de Alan Watts, los movimientos por los derechos civiles y la reivindicación estudiantil. Surge el existencialismo como respuesta a la crisis sistemática e interior del hombre, expresada en relaciones íntimas sin compromisos ni ataduras, el vagabundeo como fuente de conocimiento y el visionarismo.

Por otra parte, aparece una importante cantidad de movimientos revolucionarios que vinculan las palabras de líderes sociales, hechos históricos y el arte que vive en ellos. Se populariza “la canción protesta” en manos de Joan Báez, Joni Mitchell y Crosby, Still & Nash.

Como explica Fabio Salas, “las estructuras de poder se derrumbarán ante el empuje de la mayoría silenciosa. Se advienen tiempos telúricos, profundos, estelares. Nuevamente es momento de profecías bíblicas, sólo que esta vez no se canta a la llegada de un Mesías sino la gesta épica de una multitud que entrará a influir definitivamente sobre el curso de la historia”. (Salas, 38)

Mirando un poco más hacia nuestro país, en los ’60 se encuentran diversas corrientes, siendo la más poderosa en términos comerciales, la llamada ‘Nueva Ola’, quien debe su nombre a La Nouvelle Vague (Nueva Ola francesa) de la cual sólo heredó el apellido, ya que entre las dos existían claras diferencias estilísticas. Esta tendencia adquiere singular significación, contribuyendo a ello varios factores: la necesidad de dar cuenta de un proceso en el cual las generaciones más jóvenes comenzaron a ser actores distintivos y se hizo notar el requerimiento de ídolos nacionales, que fueran el símil de las estrellas pop extranjeras, pero a su vez alcanzables para el público medio.

David Mac-Iver, fundador de Los Mac´s, una de las bandas más características de aquellos años, recuerda lo que fue el espíritu de la juventud de esa época:

“No existía la idea de confrontación, seguíamos siendo obedientes con nuestros padres y no teníamos independencia ni económica ni de otro tipo; pero al menos, ya poseíamos una cosa propia, que era compartir con los demás jóvenes que mostraban señas similares en el vestuario y la música (...) Nacía la primera tribu urbana: los rockanroleros. Se trataba de ir a bailar y de juntarse en ciertas partes. En Las Salinas, por ejemplo, había una carpa donde se tocaba exclusivamente rock and roll”. (Mac-Iver entrevistado por Escárate, 1998, 42-43)

De esta forma, se aprecia como en nuestro país desde los orígenes del rock, los grupos y los fanáticos adoptaron no sólo el estilo de tocar, sino que también algunos elementos como la vestimenta y el cantar en el idioma original (el inglés) como fue el caso de Los Vidrios Quebrados, Los Dolcevitos y Los Jockers. Estos últimos en la revista Ritmo decían:

“Seguimos la línea europea porque nos sentimos solidarios de los problemas que afectan a los jóvenes del Viejo Mundo, los que han debido sufrir conflictos tales como dos guerras mundiales, con todas sus consecuencias: hambre, desocupación, orfandad y el derrumbe de conceptos como moral y amor. Somos partidarios de todo lo que tenga carácter internacional, porque presenta los problemas mundiales y no los regionales. Debido a ellos hemos cultivado este tipo de música y no el folklore”. (citado por Escárate, 1995, 18)

Si bien la mayoría de estas bandas nacen a la vida musical tocados por esta nueva energía, son en rigor imitadores, que en el mejor de los casos, tratan de adaptar o hacer suya la problemática de las generaciones jóvenes del Primer Mundo; perciben en esta música contenidos y actitudes esenciales de rebeldía generacional, lo que marca una diferencia con los conjuntos de laboratorio. Existe en ellos un sustrato, una influencia reflexiva que hace suponer un posterior e incipiente proceso de autonomización cultural. Hay también un afán de diferenciación con la Nueva Ola, a la que tildan de “comercial”; y para ello, como explica Lito Escárate, de manera casi paradojal, la mayoría canta en inglés, lo que a primera vista parece un contrasentido.

Pero, no hay que olvidar, como agrega Eva Giberti, que el rock nació de la mano de la globalización y la tecnología.

“No fueron necesarios acuerdos internacionales para difundir el rock: las coincidencias entre adolescentes de diferentes latitudes se gestaron a través de los armónicos que atravesaron el aire, enhebrando –a la distancia- deseos y frustraciones narradas en las letras de sus canciones. Asistimos a la producción de una territorialidad internacional en la que encontramos identificaciones entre los adolescentes de diversos países”. (Giberti, 180)

En 1965 los Beatles inician su etapa más madura con Rubber Soul, trabajo con una clara influencia Dylan, proyectando la interioridad humana en temas como “Norwegian Wood”, “I´m Looking Through You”, “If I Needed Someone” o “In My Life”. Esta última es una muestra más de la introspección en las palabras de John Lennon.

Hay lugares que recordaré toda mi vida
Algunos cambian y otros permanecen
Algunos definitivamente no para bien
Algunos ya no existen y otros quedan
En todos esos lugares hubo instantes con amantes y amigos
A quienes puedo recordar
Algunos están muertos y otros viven
En mi vida, los he amado a todos
[3].

Rubber Soul marcó el fin de las canciones de amor simplistas y melosas, reemplazadas por un deslumbrante espectro de sonoridades pasando de lo banal a algo mucho más trascendental. El sonido mismo de su música era notablemente distinto; más exquisito, más melodioso, obsesionante. En vez de ser una suma de éxitos, fue el primer álbum con identidad propia, una atmósfera única y un sonido particular. No hay que olvidar que ese disco fue el último que promovieron en giras, con lo que tendrían más tiempo para trabajar en los estudios Abbey Road.

Por otra parte, 1965 coincide con la consolidación de The Who y The Rolling Stones, ambos grupos con un fuerte componente “underground” en su lírica y un estilo bastante más desenfadado que el de los Beatles. Se agudizan los conflictos raciales y es asesinado el líder negro Malcolm X. Estados Unidos invade República Dominicana y Vietnam.

“El underground señala, y esto es importante, que todos los actos de la vida humana son políticos, que política es, a fin de cuentas, la práctica existencial de un individuo en la colectividad o en un contexto histórico social establecido. Este concepto, abiertamente revolucionario, viene a renovar todo el trabajo progresista de la época y señala de paso, la anacronía y falsedad de la práctica política de las sociedades de Occidente, donde la prosecución de la autoridad y de la hegemonía tiende, la mayoría de las veces, a consolidar una uniformidad en la práctica vivencial y en la psique del individuo, haciendo de éste un mero instrumento del engranaje social”. (Salas, 48)

Se comienza a concebir la política desde la vida cotidiana. El Estado es visto como un obstáculo para las libertades individuales y el rock pasa a ser un ente crítico de la realidad. Sus letras se vuelven más existencialistas y empiezan a tomar un color más político. Se cultiva la irreverencia y se llama a la autoconciencia, sin dejar ningún aspecto de la realidad al azar.

Por su parte, los adultos aparecen más lejos que nunca. Se polarizan dos formas de ver el mundo diferentes, muy dicotómicas; una asimilada a lo establecido, “al sistema” y otra contraria al autoritarismo y a la represión vigente. Ante la frialdad de los mayores, los jóvenes responden emocionalmente con lo que tienen a mano: su ropa, el lenguaje, la música, el pelo largo, el mundo de lo simbólico.

“La rebelión es ante todo un hecho colectivo, se ha señalado con anterioridad que sólo existe una liberación en el hombre: aquella que tiene que ver con su entorno social; una liberación en términos individuales sólo lo es en la medida en que es un elemento global de un cambio generalizado e irreversible. El ser humano merece la libertad por derecho propio”. (Salas, 49-50)

Surge una nueva individualidad que busca, a través de los cambios en la cultura, un quiebre en el orden social. Se plantea la libertad por derecho propio del ser humano y como agrega Fabio Salas, encuentra su enajenación desde que sus primeros impulsos naturales son negados por convenciones sociales, reglas heredadas desde la infancia, estipulaciones éticas o hábitos asimilados en la psique.

Se busca crear un sistema que requiere reglamentar la vida de sus integrantes uniformando conciencias. Los Rolling Stones, por ejemplo, afirman en sus composiciones que el hombre es prisionero de códigos e instituciones que afectan sus decisiones y su capacidad de elegir. La libertad, desde esta perspectiva, sería un problema político más que filosófico.

El rock se constituyó en los sesenta en un arte urbano, popular, y por sobre todo joven, que se expande superando las fronteras, rompiendo barreras, llevando su ideología libertaria a distintos rincones del planeta. Así este estilo musical pasó a formar parte del patrimonio cultural de la generación que lo produjo y contribuyó a mostrar con energía la creciente crisis de las instituciones del sistema.

De esta forma, 1966 es el año final de la fase de ruptura. Por esos días, irrumpe con fuerza la sicodelia de los Beach Boys con “Pet Sounds”, disco que más adelante sería tomado como emblema por los Beatles en el sinfónico “Sergeant Pepper´s Lonely Hearts Club Band”. Se establece con más seguridad el proceso de autoconciencia entre los jóvenes y los textos de las canciones adquieren una mayor profundidad, originando un trabajo de mayor valor estético.

“Es la transición hacia la madurez del rock que ligado al nacimiento, desarrollo y eclosión del underground generarán un vehículo de manifestación libertaria, politizada y energética que caracterizará al movimiento juvenil más destacado hasta la fecha del siglo XX; conformando el periodo que abarca la segunda mitad de la década de los sesenta y los primeros años de la siguiente”. (Díaz Fuentes, 22)

Este estilo musical ha dejado de ser una entretención y se consolida como un fenómeno artístico de mayores proporciones. Más que un verdadero agente de cambio, el rock se establece en un espejo de la realidad donde cada problema se enfrenta con una mirada más diversa, más energética y sin tantas represiones.

[1] Letra de “The Times They´re A-Changin”, escrita por Bob Dylan
[2] Profesor de Sicología expulsado de la Universidad de Harvard en 1963 por promover el uso de drogas alucinógenas como camino para lograr un nuevo orden interior.
[3] Primer estrofa traducida de “In My Life”, editada por los Beatles en 1965.