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sábado, agosto 05, 2006

Natalia Ahumada: cantora popular


Natalia Ahumada, cantante popular:

“El hip hop de hoy es como el folclore de hace 40 años”

A su corta edad, esta estudiante de música se dedica a mostrar lo mejor de nuestras raíces por una simple moneda en la locomoción colectiva. Asegura que así es como está el arte en Chile, pero no pierde la esperanza algún día de grabar un disco con sus “grandes éxitos sobre las micros”.

Natalia Ahumada impresiona por la hermosa voz que tiene. Al escucharla se notan sus estudios universitarios de música y su extenso dominio de los grandes exponentes del folclore chileno como Víctor Jara o Violeta Parra, a quienes idolatra con una pasión inmaculada. “Lo mío es cantar, no importa si es en una peña o arriba de una micro, la música no conoce límites”, advierte.

Sus inicios en el arte de crear melodías se remontan a su infancia a cuando veía a su padre irse temprano en las mañanas a cantar a las micros. “No me avergüenza para nada mis orígenes, debido a que la buena voluntad de la gente me permitió comer, vestirme y estudiar”, recuerda.

Natalia nació hace 25 años en Santiago pero se declara “hija adoptiva de Valparaíso”. Actualmente estudia música en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso, aunque debido a algunos problemas económicos tuvo que suspender sus asignaturas y ahora se dedica exclusivamente a tocar en las micros, además de participar de talleres de guitarra para universitarios e integrar diversos grupos de folclore. Destacada es su participación junto a la folclorista nacional Margot Loyola.

Sus orígenes fueron completamente autodidactas y en sus años de juventud pasó por diversos estilos musicales, desde el punk hasta el rock en español, pero no fue hasta una edad más madura cuando descubrió la magia de la simpleza que existe en el folclore. “Cuando escuché esa música, me sentí completamente identificada, pues aparte de ser canciones que pasan de generación en generación, son temas que reflejan una época de fuerte interés social”.

Fue precisamente en 4º medio cuando un día junto a su padre se aventuró a tocar sobre una micro. “Estaba nerviosa pero de a poquito me fui soltando y ya han pasado siete años de aquel día, pero las ganas y la sensación de tocar frente a la gente no se han ido”, afirma.

Lo que más le molesta es que le digan que anda mendigando, pues según ella su trabajo es ofrecer un espacio de música tradicional chilena entre medio del tráfico de la locomoción y los problemas de la vida cotidiana. “Algunos choferes ya me conocen y saben que mi música es como un libro de historia, que con el paso del tiempo se lee de manera diferente”.

DEL FOLCLORE Y LO DIVINO

Folclore: “Es la sabia de los pueblos. Una música netamente política. No es lo mismo escuchar a Víctor Jara que a Los Quincheros. Se transmite de generación en generación. Tiene un marcado rol social para resumir el descontento popular. Es humano y a la vez divino”.

Los jóvenes: “Pasividad y violencia. Música anglo, reggaeton, canciones de amor FM y para bailar. Costumbres extranjeras. Mucho neo-nazi pero no bailan cueca”.

La micro: “un escenario”.

Los que viajan en micro: “Gente buena onda. A veces choferes con mala cara. Los mayores enganchan más rápido, a veces hasta te aplauden. Reconocen ese vacío en la música”.

La cueca: “Se actualiza con nuevas letras, pero pierde su esencia si se toca con guitarra eléctrica, se populariza como la cantante Soledad”.

Grupo de los años 90: “Mr Bungle” o “Faith No More”

Anhelo: “Grabar un disco con mis mejores éxitos sobre las micros”.

Una cantante nacional de folclore actual: “Elizabeth Morris. Me encanta su voz y su presencia física”.

Canción favorita. “Sacando pecho y brazo” de Víctor Jara.

La música: “un alimento para el alma”.